viernes, 26 de noviembre de 2010

ANECDOTARIO: VIAJES

  Pues mi anécdota tuvo lugar en un viaje q hicimos a Palencia con la facultad. Como imaginaís me acompañaban todos mis niños. Los primeros días de nuestra estancia en Aguilar del Campó y tras bebernos no se cuántos vinos de rueda a 0.60c y de cenar en el hotel con más vino al más puro estilo de las bodas, decidimos subir a la habiración de Marinaleda y Sisi.

 Yo me encontraba convaleciente de la operación de la muela del juicio y aún tomaba antibióticos y tenía los 8 puntos reabsorvibles en mi boca. Total q una vez allí Marinaleda saco un bolsito q se había encontrado en no se q discoteca cn lo más variado en drogas. Decidimos hacernos unos petas. Dp de varías horas de tertulia acompañada cn ron y hachis, ibámos muy finas. Lo de Sisi merecería un capítulo a parte pero la hinchada de reir q nos pegamos fue histórica.

 Asi q dp del entretenimiento y a altas horas de la madrugada decidí irme a mi habitación. No se cómo, ni por qué me desorienté tanto pero no sabía x dnd salir para ir al piso de arriba. Asi q cn las mismas y mi morao me volví a llamar a estas para q me ayudasen a volver a mi cuarto cn la mala fortuna q además me equivoqué de puerta y llamé, bueno mejor dicho aporreé, mientras chillaba: "Abridme nenas q me he perdio y no se ir a mi habitación¡¡¡¡¡¡¡"la de la habitación de al lado. Con la mala fortuna q el tipo q dormía ahí tenía una mala leche a espuertas y se puso a vociferar y a maldecir mientras daba puñetazos en la puerta y en la pared, diciendo q si estábamos de guasa con él, q llevábamos toda la noche dándole la matraca, q soys tal y pascual... Estos rapidamente me abrieron la puerta al oir tanto golpe y chillido y me miraban estupefactos mientras yo me escojonaba y les contaba lo q me había pasado. Cd el buen señor se calmó Pablo me condujo hst la escalera.

 Cd llegué a mi habitación y trataba de contarle a Capuchinos y Juani todo lo q había pasado era tal mi ataque de risa q de repente noté como un crujido en el interior de mi boca desencajada del morao. Pensé q se me habrían saltado los puntos y q tocaba excursión a urgencias....pero me enjuagué la boca y no sangre, x tnto no danger... 2 minutos dp del susto volvía a troncharme encima de la cama reviviéndolo todo. Fue un espectáculo y no os imaginais como chillaba el colega y como iba yo q no sabía dnd estaba, jmás pillé un ciego tan tan gracioso en mi vidaaaa en serio¡¡¡¡¡ imaginaros¡¡¡¡

CALIOPE

1 comentario:

  1. jajajaja, la verdad es que las historias de borracheras son únicas!!! jejeje
    Y las del instituto las mejores!!! con esa edad no pensábamos muy bien las coasa y pasa lo q pasa!!!

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