sábado, 11 de septiembre de 2010

ANECDOTARIO

  Llevo algunos días caminando por el Molino y quizá x eso me viene a la cabeza un día de esos en los q me debatía entre una gran duda de amor y compartía con una de mis mejores amigas nuestras experiencias de un verano en el q los viejos amores parecían q iban a salir de nuestras vidas definitivamente.

  Recuerdo q fue una de nuestras primeras conversaciones en las q usábamos metáforas para aclarar nuestra mente. Fue un verano lleno de fiestas, cafés y una vida sentimental digna de la mejor novela.

  Y mientras Parpar me comparaba motos con caballos y me hacía ver q podía comprarme una moto a precio de saldo, nos sentábamos casi en la mitad del Molinno y nos hicimos ver q habíamos recorrido algunos bancos pero q hasta la piscina quedaban muchos bancos por recorrer en nuestra vida. Q no debiamos conformarnos con el primero al q llegabamos, q teniamos q sopesar las prestaciones y avanzarrrrr...hasta dar con el banco perfecto.cómodo, en el q de el sol cd debe darlo, sombra cd la necesitas, q tenga cerca la papelera...

  Y así fue, yo dejé definitivamente aquel banco-caballo y Parpar se mudó a otro nuevo. Y las andanzas de estas dos transeuntes y las metáforas como modo de vida no hicieron más q empezarrrrrr. Eran cosas de la edad, y miles de bancos q probarrr =P

CALIOPE

4 comentarios:

  1. Muy buena Caliope... la verdad es que más de una nos hemos aprovechado de esa filosofía en varias ocasiones.
    Supongo que nunca terminamos de recorrer, porque aunque demos con el banco en el que estamos agusto siempre seguimos aprendiendo...
    Hay que continuar probando asientos hasta dar con el de cada una (va por Hera!!!).

    ResponderEliminar
  2. Hombre yo pienso llegar al final de paseo aprendiendo claro está pero me pararé siempre en el mismo banco a descansar q yo creo q, x ahora, he encontrado el banco q estaba buscando =D

    Sinceramente, espero q todas nos apliquemos esta filosofía de avanzar y buscar ese banco adecuado yq si no es siempre hay más bancos hst el final del paseo no????

    ResponderEliminar
  3. La verdad es que ha sido una de las mejores anécdotas que recordaremos nunca. El paseo es muy largo y no sabemos el tiempo que tardaremos en recorrerlo, lo que sí está claro, es que, para todos aquellos momentos en los que no sepas en qué banco estás, qué banco es que el te conviene más o dónde da la sombra, lo único claro, es que siempre habrá alguna de nosotras para compartir con la otra una bolsa de pipas y unas chuches...

    ResponderEliminar
  4. Muy cierto todo lo que decis... no debemos conformarnos con cualquier banco, sino que hemos de buscar el que está hecho a nuestra medida. Cueste lo que cueste y el tiempo que requiera...

    ResponderEliminar